
Un mundo post-apocalíptico. Un padre que lucha por sobrevivir junto a su hijo pequeño.
Cormac McCarthy escribe sin adornos, sin florituras, golpeándote con el puño en cada frase. Diálogos breves, sinceros y directos.
Un mundo gris mires donde mires, de nieve y frío, donde la comida escasea y el horror acampa en cualquier lugar. Lo único "limpio" es el amor de un padre por su hijo y su lucha por llegar a un final esperanzador, esquivando dificultades, peligros y a otros seres humanos que casi se han convertido en salvajes.
Acompañamos a padre e hijo a lo largo de toda la novela, sufrimos junto a ellos, sentimos mucha hambre como ellos, y ansiamos un poco de luz en ese terrible mundo apagado... como ellos.
Un mundo en el que el padre y el hijo encuentran un feto humano asado en una parrilla en un claro del bosque. Es el infierno hecho realidad.
Excelente novela de McCarthy sobre la condición humana en casos extremos.
-Papá, ¿somos nosotros los buenos?
-Por supuesto que sí, hijo.
-Vale.
-Vale.
He estado paseando por tu blog; muy interesante.
ResponderEliminarPienso que también somos lo que escribimos. Un abrazo.