viernes, 16 de enero de 2009

"La carretera" de Cormac McCarthy



Un mundo post-apocalíptico. Un padre que lucha por sobrevivir junto a su hijo pequeño.

Cormac McCarthy escribe sin adornos, sin florituras, golpeándote con el puño en cada frase. Diálogos breves, sinceros y directos.

Un mundo gris mires donde mires, de nieve y frío, donde la comida escasea y el horror acampa en cualquier lugar. Lo único "limpio" es el amor de un padre por su hijo y su lucha por llegar a un final esperanzador, esquivando dificultades, peligros y a otros seres humanos que casi se han convertido en salvajes.

Acompañamos a padre e hijo a lo largo de toda la novela, sufrimos junto a ellos, sentimos mucha hambre como ellos, y ansiamos un poco de luz en ese terrible mundo apagado... como ellos.

Un mundo en el que el padre y el hijo encuentran un feto humano asado en una parrilla en un claro del bosque. Es el infierno hecho realidad.

Excelente novela de McCarthy sobre la condición humana en casos extremos.

-Papá, ¿somos nosotros los buenos?
-Por supuesto que sí, hijo.
-Vale.
-Vale.

viernes, 9 de enero de 2009

Me encanta



Mira que es preciosa esta canción.
Y no soy muy de Chambao que digamos.
Pero esta canción me encanta. Y la voz de ella me llega al alma. Y preciosa letra es sin duda.

Cada persona relaciona tal canción con alguna situación o con alguien en concreto, yo tengo la mía especialmente con esta canción.

Preciosa...

http://es.youtube.com/watch?v=DcVDmqtjrU4

"Ay duende del sur
ay, ay, ay, del sur
que tu eres un ser mágico
con tu mirada todo es mejor
andando despacito
mi cabeza vuela con vos
sintiéndote al pasar
dejándome llevar
crece en mi interior
hacia un lugar mejor
ay duende del sur.

Caminando por la calle yo te ví
caminando por la calle yo te ví
y un dia yo me enamoré de tí
y un dia yo me enamoré de tí.

Que suerte que te cruzaras por mi camino
señales, encuentros, caprichos del destino
olvidando lo demás
aprendiendo a caminar
crece en mi interior
hacia un lugar mejor
ay duende del sur.

Caminando por la calle yo te ví
caminando por la calle yo te ví
y un dia yo me enamoré de tí
y un dia yo me enamoré de tí.

Esperando al borde del río
pa comerte el corazón
donde te lleva la corriente
quédate conmigo pa siempre
ay duende del sur.

Caminando por la calle yo te ví
caminando por la calle yo te ví
y un dia yo me enamoré de tí
y un dia yo me enamoré de tí."

sábado, 3 de enero de 2009

"El lector" de Schlink


Leyendo "El lector" de Bernhard Schlink.

Sinopsis:

Michael Berg tiene quince años. Le encanta la literatura. Un día regresando a su casa, empieza a encontrarse mal y una mujer acude en su ayuda. La mujer se llama Hanna y tiene treinta y seis años. Unas semanas después, el muchacho, agradecido, le lleva a su casa un ramo de flores.

Éste será el principio de una relación erótica en la que, antes de amarse, ella siempre le pide a Michael que le lea en voz alta fragmentos de Schiller, Goethe, Tolstoi, Dickens... El ritual se repite durante varios meses, hasta que un día Hanna desaparece sin dejar rastro.

Siete años después, Michael acude al juicio contra cinco mujeres acusada de crímenes de guerra nazis y de ser las responsables de la muerte de varias personas en el campo de concentración del que eran guardianas. Una de las acusadas es Hanna.

Y Michael se debate entre los gratos recuerdos y la sed de justicia, trata de comprender qué llevó a Hanna a cometer esas atrocidades, trata de descubrir quién es en realidad la mujer a la que amó...



Fragmentos del libro que me están gustando:

"Sé que me pareció hermosa. Pero no consigo evocar su hermosura."

"Todavía conservo un poema que le escribí a ella por entonces. Por aquella época me entusiasmaban Rilke y Benn, y ahora veo que estaba empeñado en seguir la estela de los dos al mismo tiempo. Pero también veo lo cercanos que estábamos el uno del otro. He aquí el poema:

Cuando nos abrimos,
tú a mí y yo a ti,
cuando nos sumergimos,
tú en mí y yo en ti,
cuando nos olvidamos,
tú en mí y yo en ti.

Sólo entonces
yo soy yo
y tú eres tú.
"


"¿Hanna? ¿La mujer sentada en el banco era Hanna? Pelo blanco, hondos surcos verticales en la frente, en las mejillas, alrededor de la boca, y un cuerpo pesado. Tenía las manos en el regazo, sosteniendo un libro. No lo leía. Miraba por encima de la montura de sus gafas de lectura a una mujer que echaba migajas de pan a los gorriones. Luego se dio cuenta de que la miraba y giró la cara hacia mí.

Vi la emoción en su rostro, lo vi resplandecer de alegría al reconocerme, vi sus ojos tantear toda mi cara. Y cuando me acerqué los vi buscar, preguntar, y enseguida volverse inseguros y tristes, hasta que se apagó el resplandor. Cuando llegué junto a ella, me sonrió con amabilidad, pero con gesto cansado.

-Te has hecho mayor, chiquillo.

Me senté a su lado y ella me cogió la mano."



Dentro de poco se estrenará en España la película basada en el libro. Dirigida por el director de "Las horas" (la cual me gustó), Stephen Daldry:

http://es.youtube.com/watch?v=8tCqSm4Phug

El jardín de los Finzi-Contini


Ayer terminé de leer la novela "El jardín de los Finzi-Contini" de Giorgio Bassani.

Me ha parecido un gran libro. Escrito de forma muy pausada pero bella en imágenes. Bassani nos situa la historia en la Italia justo antes de estallar la Segunda Guerra Mundial y los inicios de las leyes raciales contra los judíos.

El personaje principal evoca su pasado y su relación con la familia judía Finzi-Contini. El nacimiento del amor por Micòl y todos los sufrimientos y amarguras que pueden producir.

Desde un principio sabemos que Micòl y su familia han acabado muertos en Alemania en algún campo de concentración pero eso no quita un ápice para que la sintamos viva y hermosa tal como nos la relata el joven protagonista.

Es de esos libros difíciles de olvidar. Por mi parte siempre me acordaré de esa mansión en el interior de unos altos muros, de la pista de tenis al fondo y de los paseos entre Micòl y el protagonista entre los árboles hablando de todo un poco mientras él se enamora sin apenas darse cuenta.

El pasado a veces está mas "vivo" que el presente.

jueves, 1 de enero de 2009

Petrarca y Laura


Petrarca fue un poeta y humanista italiano del siglo XIV cuya obra el "Cancionero" está dedicado casi por completo a su amada Laura.

Laura de Noves (1308-1348) fue la musa de Petrarca, el aliento de su poesía, la inspiración de su vida. Conoció Petrarca a Laura en Aviñón, donde vivían ambos, un viernes santo. Fue verla y enamorarse. El nombre tuvo también su parte en el enamoramiento. Petrarca soñaba con la gloria, amaba los laureles. El Senado de Roma y la universidad de París le coronaron con el laurel de los poetas. Pero su auténtica corona de laurel, su inspiración, su pasión única e inextinguible era Laura.

Fue el de Petrarca un amor romántico, apasionado, inspirado. Era Laura una mujer casada, y Petrarca un hombre de recta conciencia, por lo que siempre le atormentaron los escrúpulos sobre su relación con su amada, que no fue tan solo espiritual y poética. Pero sus versos nunca fueron profanados por nada que no fuerse la llama misteriosa de su pasión, la gentileza, el éxtasis intelectual, el deseo sofocado apenas nacido. Fue el carácter de amor imposible lo que hizo que se transformase su amor por Laura en amor poético, amor cortés.

Era recibido Petrarca en casa de ésta, pues al marido le halagaba sobremanera ser el anfitrión de tan ilustre visitante, que en una inspiración inagotable dedicaba a Laura sus bellos homenajes literarios. Pero cuando la pasión de Petrarca arreció tanto que temió Laura caer en la infidelidad, lo rechazó y lo alejó de su casa, sin que por ello se apagase el amor mutuo que se profesaban.

Murió Laura víctima de la peste que asoló Aviñón, y fue enterrada en la iglesia de los frailes menores de esta ciudad. Cuando se enteró Petrarca de la muerte de su amada, su alma cambió desde lo más hondo. Su poesía mudó la alegría por la gravedad, la profundidad, la religiosidad. Petrarca siguió cosechando los laureles de la gloria, pero sin Laura no tenían el mismo perfume ni el mismo valor.


Un poema de Petrarca a Laura:

Bendito sea el año, el punto, el día,
la estación, el lugar, el mes, la hora
y el país, en el cual su encantadora
mirada encadenóse al alma mía.

Bendita la dulcísima porfía
de entregarme a ese amor que en mi alma mora,
y el arco y las saetas, de que ahora
las llagas siento abiertas todavía.

Benditas las palabras con que canto
el nombre de mi amada; y mi tormento,
mis ansias, mis suspiros y mi llanto.

Y benditos mis versos y mi arte
pues la ensalzan, y, en fin, mi pensamiento,
puesto que ella tan sólo lo comparte.

domingo, 28 de diciembre de 2008

Dos Poemas de Amor



He aquí un par de poemas que encontré por internet y me parecieron bellísimos.
Desgraciadamente no sé los autores de tales poemas.


TÚ ME GUSTAS TOTAL, ENTERA Y TODA

"Tú me gustas total, entera y toda,
no por el fuego de tu pelo húmedo,
ni por tus senos de canela tibia,
ni el pecado del ritmo de tu cadera.

Tú me gustas total, entera y toda,
no por tu boca tan intacta al beso,
ni por las llamaradas de tu carne
que se está calcinando entre las venas.

Tú me gustas total, entera y toda,
no porque eres mía y no me perteneces,
ni porque la envidia de los demás la siento
como si se tratase de propia envidia.

Tú me gustas total, entera y toda,
no porque me la pase junto a ti
bebiéndome tu aliento, ni rumiando
los pedazos de amor que tú me tiras.

Tú me gustas total, entera y toda,
por ese olor a carne que tú tienes;
olor de carne de mujer que es tuyo,
porque nadie más huele así en la tierra.

Tú me gustas total entera y toda,
porque ese olor es tuyo y lo encontré para mí."



UN ROCE BREVE

"Un roce breve, fugitivo
como el ala de una mariposa
hizo arder el aire en un instante
entre tu cuerpo y el mío.

El universo se ocultó a mis ojos
y se encerró en un latido.
Tus miradas se volvieron mares
y sus olas mecieron mi destino.

Para siempre, un instante,
que ninguna muerte extinguirá,
mientras te ame."

domingo, 21 de diciembre de 2008

William para los amigos


¿Qué tiene Shakespeare que me encanta?

Pues imagino que la habilidad excepcional (que pocos escritores tienen) de mostrarnos el alma y la naturaleza humana tal como son.

Podemos coger cualquier personaje creado por William (me permito llamarlo William que ya hace tiempo que lo conozco) y vernos representados en él. ¿Quién no ha estado alguna vez melancólico como Hamlet? ¿O celoso como Otelo? ¿Desengañado como El rey Lear? ¿Enamorado como Romeo? ¿Socarrón como Falstaff?

Shakespeare habla de cada uno de nosotros. Nos susurra al oído palabras reconocibles y nos muestra tal como somos. Es indiferente en qué contexto transcurre la trama, ya sea en un castillo de Dinamarca, en los páramos de Escocia o en la Verona de Italia; podemos "vernos" en la obra.

El tiempo pone en su lugar a las obras de la literatura. Y las palabras de Shakespeare no han envejecido por muchos siglos que hayan pasado.

La lectura de este inmortal inglés no es difícil, todo lo contrario, es poesía fácil de asimilar. Como todo, solo es ponerse y tener ganas y entusiasmo por ver qué nos cuenta William. Qué lado de nuestro ser va a descubrirnos ahora.

Leer a Shakespeare es leer nuestra vida.